Es el signo de la honestidad, de la simplicidad y de la gran fuerza de voluntad. Valiente, sólido y atento, un individuo nacido este año se empeña en su tarea con todas las fuerzas y puedes estar seguro que llegará hasta el fin. Exteriormente podrá parecer grosero y jovial, pero rasca la superficie y encontrarás oro puro. El Chancho es uno de los individuos más naturales que puedes llegar a conocer. Es una buena persona por excelencia, y no te lanzará jamás un golpe bajo. Es querido y apreciado porque, como la Cabra y el Conejo, busca la armonía universal. Sin lugar a dudas tendrá divergencias y litigios con los demás, pero no guarda rencor, salvo que no le quede otra. No ama agregar aceite al fuego en una pelea, y generalmente no hurga en el pasado. El clemente Chancho estará siempre listo para dar el primer paso y para establecer buenas relaciones con los demás. Si no lo logra, no será seguramente por mala voluntad de su parte. Tiene el don de disponer de una enorme paciencia. Sabe trabajar con constancia en una cosa a la vez y puede convertirse en un maestro excelente y escrupuloso. Sin embargo, es también conocido por la pasión con la va en busca de placeres y, cuando sus rasgos negativos se ponen en evidencia, puede hasta convertirse en un depravado. El leal y atento Chancho entablará amistades duraderas y beneficiosas. Ama todo tipo de reuniones, adora organizar fiestas y participar en las mismas, hacerse socio de círculos y asociaciones de todo tipo. Organizador tranquilo, odia las discusiones y las peleas, y es capaz de que personas más diferentes entre sí se lleven bien. Su credibilidad y sensibilidad son sus dotes más preciosas. Sin embargo, puede ser demasiado afable y condescendiente, a veces, y además espera que los demás toleren sus debilidades. El Chancho no te encandilará como el Dragón y no te embrujará como el Mono o el Tigre, no te hipnotizará como la Serpiente. Pero te encariñarás tanto que ya no podrás prescindir más de él. El atento Chancho es sinónimo de diligencia y de resplandeciente caballerosidad a la antigua. Siempre está listo para cargar con los pesos ajenos; no se rebelerá si debe permanecer en disparte o sostener todo el peso con su fuerza increíble.
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